viernes, 22 de julio de 2011

FREUD-ADIOS AL GENIO QUE HIZO DE LA PINTURA UNA REVELACION

BERLIN
http://www.abc.es/20110722/cultura/abcp-adios-genio-hizo-pintura-20110722.html

El parecido en el retrato. ¿No es éste el primer objetivo de este género, tan central para la pintura y sin embargo tan marginal, tan impenetrable para los avatares de su historia? Freud nunca relajó la exigencia del parecido en sus retratos, y sin embargo cuando se examinan de cerca se advierte en el trabajo de su pincel una insatisfacción creciente, una perplejidad que parece poner en cuestión el sentido, la sensatez incluso de un propósito estrictamente mimético.

No quiero que mis cuadros se parezcan a las personas retratadas», llegó a decir. No quiero que sean como ellas; quiero que las revelen.

Verdadero ser
La pintura como revelación. Como camino para llegar a una epifanía tan imperiosa como inesperada. ¿Cómo premonición, quiza? Como algo, en todo caso, que sólo con el paso del tiempo acaba por mostrarnos su verdadero ser.

Algo parecido puede decirse de su propia maduración como pintor, de la formación de su estilo inconfundible. Nacido en Berlín en 1922 en el seno de una familia de origen austriaco (era nieto de Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis), y a pesar de que llegó a Inglaterra en 1938 y nunca salió de Londres, la pintura de Freud parece haber ido revelando progresivamente su naturaleza esencialmente germánica, o, quizá, por decirlo con mayor precisión, vienesa.

Durero y Schiele
La atmósfera que se desprende de sus cuadros evoca tanto a Durero como a Schiele. Y sin embargo, en la realidad, su carrera pictórica hubiera sido inimaginable fuera de la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XX. Su primer reconocimiento público como pintor se produjo en el Festival of Britain de 1951 y su recepción pública, su desarrollo ulterior están profundamente condicionados por su entorno inglés.

La pintura inglesa de las décadas centrales del siglo XX ocupa un papel tan marginal como esencial para la historia del arte moderno. Crece en el polo opuesto de la línea que nace en Nueva York y se desparrama por el continente europeo. Y, sin embargo, cuando en futuro se escriba la historia gobal del período, estoy convencido que será imposible narrarla sin esa componente británica. Y Lucian Freud ocupará en ella un papel central.

POR TOMÁS LLORENS Día 22/07/2011